papá tenía las manos temblando

 
 
 papá tenía las manos temblando   
 unido sobre el edredón en tonos pastel   
 sin que se escapen los ratones grises del aburrimiento.      
  
 No tomó unas pocas palabras   
 pas de nobles diatribes   
 para evaluar la ternura del momento.      
  
 Había gotas de espíritu   
 en los cuadros pegados a la pared del dormitorio   
 como moscas en el tapiz de una vida.   
  
 De grieta en grieta   
 vamos a caminar   
 sin los pasos crujiendo en los guijarros   
 al pie de los acantilados   
 que la mer découpa à son aise   
 en tiempos de tormentas   
 la sonrisa de las brumas emergentes   
 laissant passer sous la pâleur d'un soleil bas   
 el equilibrio que establece la quietud   
 cerca del puerto de llegada   
 pour la dernière barque   
 sembrado con flores silvestres   
 al atardecer de nuestros recuerdos.      
  
  
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