papá tenía las manos temblando unido sobre el edredón en tonos pastel sin que se escapen los ratones grises del aburrimiento. No tomó unas pocas palabras pas de nobles diatribes para evaluar la ternura del momento. Había gotas de espíritu en los cuadros pegados a la pared del dormitorio como moscas en el tapiz de una vida. De grieta en grieta vamos a caminar sin los pasos crujiendo en los guijarros al pie de los acantilados que la mer découpa à son aiseen tiempos de tormentas la sonrisa de las brumas emergentes laissant passer sous la pâleur d'un soleil basel equilibrio que establece la quietud cerca del puerto de llegada pour la dernière barquesembrado con flores silvestres al atardecer de nuestros recuerdos. 793