Mes de mayo a lo largo de los pasillos bañaste mis ojos de una onda pura diamante de anémonas. De tus gestos sobresaliente para el aliento dorado del discernimiento recogiste el muérdago tales sueños tramados el espacio de una noche. Campo en el horizonte lejano ven por el camino de las alteridades los olores fragantes cebada derramada sobre espesa borraja. Han bajado en la carrera los rayos de la conciencia en faldas y levitas les bigots et les bigotes del hermoso amor de la presencia. Para no llevarnos bien no enamorarse subió de las llanuras bajas con pasos medidos las parejas enfrentadas de nuestra animalidad. En el centro de la plaza llamamos a nuestros maestros en fertilidad natural mirando la armonia ancestral con una radicalidad imbuida de luz. 792