Entrecerremos los ojos pero un poco en el Condado de nuestros amores totalmente empleado que el Sol eleva en la energía de la Mirada. Seamos los mensajeros de los Dioses nosotros los duendes del trance los portadores de la ira de nuestro tiempo sentidos despertados asumidos. Caminemos sobre las brasas ardientes de lo incompleto nosotros hombres y mujeres con cargas pesadas que hasta lo inesperado estimula cuando vienen los desequilibrios para ponerse al día. En las entrañas de la tierra sombría donde el gran fuego de los instintos encontrar algunos rescoldos de conciencia apagar el hogar de promesas vacías. Salir de la zona de tráfico el poeta marcado por la furia de las pruebas por las que ha pasado transforma mágicamente el desorden cuidar el bien colectivo. No te burles de los valores y los recuerdos del mundo anterior. No desprecies el trabajo de manos pequeñas trabajando en el crisol de las transmisiones educativas. Seamos los tejedores del día cuando el primer viento acaricia el trigo recién. Evitemos a los fabricantes y los gaiteros arrastrando vientres vacios hacia la miseria y el ahogamiento. Estemos al margen de la comunidad los portadores de la antorcha de la vigilancia. Seamos humildes y presentes los servidores del crecimiento del ser. 783