el viento ardiente el viento que sopla el viento que ríe el viento que siembra el viento impetuoso invertido y cavar el río de un vórtice sombrío mi alma es una piedra rodada bajo la reja de arado piedra convertida revelando la miel de la tierra frotando piedra a lo que la piel roza barriga hambrienta del niño por venir bajo el grito entregado al final del ciclo al final de las rosas mordido por la escarcha con adornos de pigmento filas de bacanales en la tabla de despegue de mi guarida de mi entre nosotros puerta abierta que con un dedo abro de par en par al viento que viene al viento que sopla .