el torrente ferozcon un rastro susurrante y continuoenmascara la inmovilidad de los picosrodeado de silenciosos abetos.Desde el borde de la manocrestas y vallesinhala exhala verde nacienteel corazón de abeto de la transparencia.Entre la genciana y el lirio martagón la marmota fuma con su coulis de llantos la gavilla de hierbas frescas.Paquetes de pies y comida asumidosrociamos con vinos del Loira y buenas palabrasel roll-ball de los guijarros Dracbajo el choque de las bolas de petanca.Rocíoperlas de luz ofrecidas a las hojas francasdespliega su aliento iridiscentede un rayo germinal de gracia.En su munificencia consagradaen el pesebre de los abrazosen el fondo de ollas de hierro fundido negrocayó en el hogar de las maravillaspor los genios del espejola guirnalda de voces fuertestrabajar a escondidasen el establecimiento Sans-souci.838