Los quince de los quince

llego el dia
luego noche luego dia luego noche
pozo sin espíritu de amor y vértigo
los conos y bastones de Vision
en la melodiosa bienvenida
de lo que nos riega
ciclópedo y compañía
al paso de la vida.      
 
Por una palabra por un todo
se permitió la muerte
como moneda común
incluso unido a la luna
bajo la columna de humo
que escupió en tirones secos
los alborotadores de la industria del acero
con un aire por supuesto.      
 
Ampollas y bofetadas   
Pezuñas de madera bloqueados con paja   
argumentó nieve para limpiar   
En las puertas del establo   
para que el paso de ganado   
se puede hacer en caso   
El duamper saldría   
a cargo del aroma nocturno.      
 
Tenía que aparecer en el Ser
y caldo de corte en el hogar
cuando en el suelo con listones desunidos
el padre parado
el cigarrillo en la comisura de los labios
provocó el paso de los ángeles
silencio auspicioso
al chasquido de los golpes del reloj.      
 
Víctor se llamaba Jean-Baptiste   
Del lado de Verdun   
Había dormido en el barro   
La cara manchada con ojos abiertos   
Bajo el cielo bajo y pesado   
calificado por máquina -un   
Trabajando para mejorar   
En las mangueras de la trinchera.      
 
El día quince del quince
hay flores
que un De Profundis por cierto
no podria decir lo mismo
el viento que sopla debajo de la puerta del ático
un pájaro de fayenza cantando locamente
en estos tiempos de miseria
en estos tiempos de vuelta a la guerra.      
 
 
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