Con azul por doquier sin azul en el alma con viento sin aliento pero sin realmente perderlo con una ternura del aire sin mosca carnívora con un arbol tropical que no pica con el mar pero no demasiado frio y sin tiburones con barcos en los que podrías montar con vendedores quisquillosos que se ven bien y no escupen arena en tu bronceado con niños que no gritan con un sol que no hace demasiado calor con un puesto de papas fritas no muy lejos con un polar para leer que no da mucho miedo con una toalla de baño suficientemente grande con gafas de sol sin huellas dactilares con una sombrilla que no vuela todo el tiempo con un teléfono inteligente con un tono de llamada no demasiado agresivo con incontables horas por delante con una dulce sensación de hambre que recuerda a la barbacoa de la tarde con el sonido de las olas acariciando la orilla sin raspar antiestético con un cielo donde los aviones no arrastrarían sus anuncios ilegibles con una barriga no muy grande que me permita ver los dedos de los pies con una crema bronceadora que no tira de los pelos mientras se seca con la cantidad justa de sudor que muestra que la grasa se derrite pero sin gotear con una relajación tranquila con cada respiración esperando que no sea la última con una zambullida en un medio sueño acompañado de mariposas volando en cielos azules con la capacidad de agarrar un puñado de arena sin encontrar un trasero con el proyecto de no hacer nada a pesar de esta mente que nos roe con una pizca de infinito sin pensar en lo que vendrá .