Del arroyo al canto de los pájaros haciendo eco de las montañas tan tierno tan frágil este ascenso hacia uno mismo en el polvo de las luces bocas abiertas vamos a ir el halo blanco de las mañanas guiando al pastor mano abierta de quien se lo quitara nuestra infancia entre las rocas en medio de una vegetación que el andar de un caballo inaugurará mensajero de una ultima promesa según un tiempo de ofrendas de palabras francas en la puerta de la mente mi pequeña lengua de prado mi dulce amigo del bosque mi sinrazón en domingo mejor acariciado tantas veces sin romper las astas y lo que sube el silencio de la oración.