Entonces empezó a llover que vivo para verlos estos piccotis en el cristal esta fuerza vital con cara alegre.
El viento viene del espíritu y la casa se llena de un aliento à demeure des souvenirs a la ropa cambiada con el tiempo sin que el corazón tropiece.
A plat sur la toile cirée la geometría de las cosas pasadas canta como un gallo de cuello largo encantado con el sonido calefacción que comienza de nuevo.
A mano sin anillo sabia marca de promesas la sonrisa espera un estallido de luz a celebraciones encontradas luz le canisse effleurant le pas de porte.
Ni misión ni misiva con ojos azules de Prusia ese lenguaje borra por las calles oscuras y resbaladizas.
Ante un avance fuera del hoyo el gesto de buena gente cooperar sin remordimientos sin prisas.
Una cabeza entre otras y manos lleno de manos con los dedos extendidos fuera del cielo inoculado besos tiernos con labios rizados.