
En el caravasar de nuestros amores ola arremolinada en Cuaresma para ser crudo en el lado rebotar huele bien la especia secreta labios ofrecidos al viento primero de un monocromo distante semilla elaborada al enebro de nuestros dedos unidos que un baile con mil flores meterse en la maleza siguiendo los pasos de las almas perdidas. 318