Tan ligero como una pluma
pasa un angel
en el borde del bosque .
En las profundidades de la espera
yono es preciso
jadeo
el vacío está ahí .
El cabestro se desata
la bestia apunta su hocico .
Una aurora boreal en el apogeo .
Una bandada de gansos salvajes
levanta las nubes .
El riesgo apremia
el corazón late contra las costillas
una fuerte lluvia calma nuestro ardor .
Puede ser que lo logre
al ímpetu terminal de nuestras llamadas
el canto de nuestra lealtad infalible.
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La présence à ce qui s'advient